Entre flores, abrazos y lágrimas que no cesaban, la comunidad educativa y la familia Perales despidieron este martes a Joselyn Elizabeth, una jovencita de apenas 13 años cuya vida se apagó de forma repentina dejando una huella imborrable en quienes la conocieron. Fue su padre, Víctor Perales, quien entre sollozos le dijo adiós a su “pequeña princesa”.
“La niña estaba sana, no padecía ninguna enfermedad, fue algo repentino, una complicación por algo que comió… Fue Dios quien decidió llevársela”, dijo el padre visiblemente conmocionado, aún sin poder asimilar la partida de su hija menor, a quien describió como alegre, estudiosa, deportista, amorosa, y el alma del hogar.
Joselyn cursaba el primer grado en la Secundaria General No. 2 “Emiliano Zapata”, donde este martes se le rindió un homenaje. Sus compañeros y maestros, que todavía no comprenden la tragedia, pasaron uno a uno a despedirse de ella. “Va a estar un rato en la secundaria, no sé si hasta la 1:00, para que sus compañeritos puedan verla por última vez”, explicó su padre.



La joven formaba parte del equipo de handball, con el cual recientemente obtuvo el segundo lugar estatal en Saltillo. “Ella fue clave, jugaba en la derecha y era de las más destacadas”, dijo uno de los profesores deportivos, quien reconoció que tenían grandes planes para ella en los próximos torneos. “Nos deja un hueco enorme en el equipo y en el corazón”.
Fabiola Vélez Velázquez, docente que le impartía clases a Joselyn, compartió lo difícil que ha sido para la institución enfrentar esta pérdida: “Fue repentino, nadie lo esperaba. Ella era sana, siempre estaba alegre. Toda su familia ha estado ligada a esta escuela. Su hermano menor vendría a la graduación este viernes… vino ayer sin saber aún que su hermana ya había fallecido”.
En medio del duelo, Víctor Perales expresó que Joselyn fue la más consentida de sus cuatro hijos. “Me enseñó lo que es el amor verdadero entre una hija y su padre. Me siento agradecido con Dios por haberme permitido disfrutarla durante estos trece años”, dijo entre lágrimas.
Médicamente, el doctor Ángel García, del Hospital General de Monclova, confirmó que Joselyn ingresó el lunes por la noche con un cuadro infeccioso severo. Pese a los esfuerzos del personal médico, falleció alrededor de las 6:40 de la mañana del martes. “El diagnóstico fue una neuroinfección, una condición grave que afectó su sistema nervioso. Llegó ya muy complicada… había sido atendida en consultorios periféricos antes de llegar aquí”, explicó el galeno.
Ante la gravedad del caso, el hospital activará su comité de morbi-mortalidad para revisar el seguimiento que recibió la joven desde el inicio de sus síntomas, los días previos a su ingreso. “Hubo signos como dolor de cabeza, fatiga, y al final, convulsiones. Es poco frecuente, pero cuando ocurre, debemos investigarlo a fondo”, sostuvo el médico.
El llamado del personal de salud fue claro: acudir siempre a centros médicos certificados y exigir un expediente clínico completo para detectar a tiempo cuadros graves. “Cada pérdida nos duele. Pero más cuando se trata de una niña con tanto por vivir”, dijo García.
Joselyn será sepultada este mismo martes en el panteón de Estancias. Su ataúd blanco irá acompañado por flores, cartas, lágrimas… y una comunidad entera que aún no encuentra consuelo.
“Ella era luz en nuestras vidas. Hoy solo podemos agradecer haberla tenido aunque fuera poco tiempo”, repitió su padre, abrazando con fuerza el último recuerdo de su “prietita”.