Cansados de estudiar en condiciones precarias, alumnos de la Escuela Normal de Monclova salieron a las calles este jueves para exigir su reubicación. Con gritos, pancartas y determinación, marcharon desde la Plaza del Magisterio hasta la colonia Primero de Mayo. “¡Normalistas en formación exigimos reubicación!”, coreaban a una sola voz.
La protesta fue más que un recorrido: fue el desahogo de jóvenes que se preparan para ser maestros, pero que hoy enfrentan robos, inundaciones y servicios inestables. En los últimos meses, han sido víctimas de al menos cinco robos y constantes fallas eléctricas y de agua potable dentro del plantel.
Los estudiantes, junto con algunos docentes, también denunciaron que personas bajo efectos de sustancias han ingresado al edificio. Esta situación no sólo compromete su seguridad, sino también la calidad educativa. Cada día dentro del plantel representa un riesgo, y continuar así ya no es una opción aceptable.
La comunidad estudiantil decidió organizar una manifestación pacífica para alzar la voz. No es la primera vez que piden apoyo, pero esta vez lo hacen con el hartazgo acumulado. Su mensaje fue claro: no pueden ni deben seguir estudiando en un lugar que pone en peligro su integridad y su formación.
Como parte de la protesta, la Escuela Normal entró en paro de actividades. Las clases fueron suspendidas indefinidamente hasta que la Secretaría de Educación atienda sus demandas. Lo que piden es básico: un espacio seguro y funcional para aprender. Y aseguran que no se quedarán callados hasta obtenerlo.
