Con el coraje acumulado de años sin respuesta, un grupo de ex trabajadores de Altos Hornos de México (AHMSA) intentó llegar a un evento en la región Carbonífera, donde estaría la presidenta Claudia Sheinbaum. Querían lo básico: hacerse escuchar y exigir el pago de sus finiquitos pendientes.
Al llegar al acceso del evento, se toparon con un nuevo muro. Autoridades les negaron el paso sin darles una explicación clara. Julián Torres Ávalos, uno de los ex empleados, dijo que nadie les dio motivos concretos. Solo les avisaron que un perro sería enviado desde Piedras Negras para revisar su vehículo.
Indignados por el trato, los ex trabajadores bloquearon brevemente la carretera. Por diez minutos se plantaron con pancartas en mano. No gritaron, no empujaron. Solo se colocaron frente al camino para exigir lo que les deben. Al final, se les permitió ingresar al evento sin más obstáculos.


Torres Ávalos explicó que aún tienen esperanza. Señaló que la Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Economía están revisando el tema, y que confían en que pronto se les dé una solución. “Queremos lo justo. No estamos pidiendo regalos, solo lo que por ley nos corresponde”, dijo firme.
Varios de ellos viven al día. No han conseguido empleo fijo desde el cierre de AHMSA. Arrastran deudas, enfermedades y frustración. Algunos de sus compañeros han fallecido sin ver un peso. El tiempo pasa, las promesas también, pero la desesperación sigue. Por eso no se detienen cuando hay oportunidad.
“No íbamos a quedarnos viendo cómo nos ignoran otra vez. Ya pasó mucho tiempo. Si no hablamos nosotros, nadie lo va a hacer”, expresó Torres. La protesta fue breve, pero contundente. Fue una forma de gritar que siguen aquí, esperando justicia, por más que quieran hacerlos a un lado.
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